jueves, 20 de mayo de 2010

Literatura y expresion

Hablemos de comunicación y expresión como dos conceptos que van de la mano pero son completamente distintos. La comunicación es un medio esencial en la socialización y que junto a la expresión posibilitan el logro del objetivo de ésta. No podemos comunicar sin expresar como tampoco podemos expresar sin estar comunicándonos. Entender y expresar nuestras ideas para poder comunicarlas de manera correcta y asertiva son uno de los aprendizajes que sin querer saberlo internalice durante toda mi adolescencia.

Si bien estos están implícitos en los programas educativos para ser entregados como contenido mi interés no paso más allá de esto en el momento que se abordo, sin embargo haciendo una retrospección a mis inicios en la educación y llegando al día de hoy, me doy cuenta que este aprendizaje fue uno de los más importantes en mi desarrollo y hasta ahora lo sigo perfeccionando en la interacción con otros.

El perfeccionamiento lo he hecho más allá de mi rutina diaria, al entrar a la universidad en el ramo de comunicación y expresión ahondamos el tema traspasando lo que nos entregan las definiciones o el actuar comunicativo internalizado desde niños en el colegio. Los distintos trabajos nos han llevado a ahondar en el tema, como ejemplo puedo nombrar la visita a la exposición de Gonzalo Rojas donde escribimos lo que vimos, sentimos y escuchamos, donde expresamos nuestra experiencia a través de un escrito entre otros. Esta posibilidad de poder expresar y comunicar lo que vi y lo que sentí me llevan a reflexionar sobre el rol trascendental de los entes educativos en nuestra sociedad. Si bien nuestras primeras experiencias comunicativas parten al interior de la familia el poder encausarlas de manera positiva para la vida posterior es la tarea permanente y ardua del sistema educativo y la sociedad de mi país.

Sin embargo esta reflexión me lleva a la pregunta sobre la intervención de los medios de comunicación y la tecnología en el desarrollo de esta tarea planteada por nuestra sociedad ya que desde mi experiencia reconozco que es evidente la necesidad de atender el desfase en que se encuentra el lenguaje de la escuela en relación con el lenguaje de los medios de comunicación. Y si se considera que el hombre en ninguna época histórica tuvo tantas posibilidades tecnológicas para comunicarse, los medios de comunicación plantean una gama de alternativas para emitir y recibir información, estos medios de comunicación junto con otros inventos tecnológicos, han sido capaces de alterar las formas de vida dentro de la Sociedad. Estas alteraciones de vida a partir de los nuevos medios de comunicación indudablemente transforman hoy la mayoría de las actividades que desarrolla el hombre y la escuela no puede ser la excepción.

Quizás es por esto que la educación se encuentra en una etapa de renovación constate desde las estrategias planteadas hasta las metodologías provocando que al interior de las aulas la comunicación entre los entes participantes sea variada y de mayores oportunidades.

Por conclusión puedo decir que la comunicación y la expresión no solo nos ayuda a tener dialogo con alguna o algunas personas, va mucho más allá, nos podemos conocer a nosotros mismos, nuestras emociones, sentimientos, nuestra forma de reaccionar en distintos planos de nuestra vida, al leer un poema, al escribir relatos y sucesos, riendo, llorando, bailando, o con una simple mirada. En síntesis es la puerta a la que todos podemos acceder a abrir para salir a conocer el mundo que se nos hereda.

viernes, 23 de abril de 2010

Parafraseo.

LUCIANO

Siempre que barro
me encuentro con una bolita de cristal
con una "lunita"
que se le quedó una vez a mi sobrino
cuando durmió aquí
Nunca la recojo
ni la guardo
ni se la devuelvo
ni mucho menos la boto
La dejo que dé vueltas por ahí no más
que conviva conmigo
que tenga su vida ahí en el suelo
como una lucecita que dice "Luciano".

Claudio Bertoni.

Parafraseo Luciano. LUCIANA

Siempre que miro el suelo

veo la bolita de cristal

con una "lunita"

esa que dejaste en mi casa

cuando dormiste aquí

¿para que la recogiera,

guardara,

devolviera,

o botara?

La dejo en el suelo donde la dejaste,

que conviva conmigo

que tenga su vida ahí en el suelo

pero que me deja un recuerdo amargo de ti.

Guardemos para siempre algún tesoro en esta caja.

Quiero guardarte para siempre,
pero sé que arrancaras cada vez que puedas.
Eres traviesa, pero no chistosa;
me das esa calma terrible,
a veces en silencio, dañino
Te guardaré para siempre y escaparás,
pero esta bien
de todos modos aburrida sería la vida sin ti.

Gonzalo Rojas.

Una caja cerrada, una caja llena de sentimientos.
Esa caja gigante reveladora de sus emociones
y haciendo caer al primer cartonero que se apodera de cada pared,
de cada cartón, contenedor de vida.
Se busca un hombre o una caja
Su teléfono o direcciones
No es el mar
Tiene la voracidad del mar.

Terremoto

¡Terremoto! Salí corriendo hacia la escalera, me apoye en las paredes como si tratara de que no cayeran (estúpidamente). Mire a mí alrededor, a mi familia aterrorizada; como si el fin del mundo hubiese llegado. Las cosas se movían estrepitosamente, mis oídos sentían ruidos de platos, libros y un sin fin de otras cosas más que caían. Todo ésto aumento mi miedo. Las alarmas de los autos y de las casas no paraban de sonar y la completa falta de luz hacía imposible que retornara la calma.
En todo momento creí que la casa no soportaría y caería…
A los pocos segundos, el movimiento cesó, produciéndose el primer respiro de tranquilidad, pero a la vez una enorme ansiedad por descubrir que diablos había pasado realmente. Salí a la calle, estaba colmado de gente y todos mis vecinos se consolaban mutuamente. Algunos lloraban, otros rezaban y otros simplemente miraban.
No había comunicación ni luz, por lo tanto, no habían noticias claras de lo que estaba ocurriendo. La gente rumoreaba los posibles lugares de epicentro y los posibles grados del terremoto; pero nada certero. Luego de toda esta batahola no me quedo nada más que dormirme.
En la mañana, desperté, la luz ya había llegado, así que prendí el televisor y quedé impactada de inmediato, la destrucción fue extremadamente grande y el dolor se respiraba en el aire. Como si todo esto fuera poco, luego de la catástrofe, apareció la peor esencia del hombre, en su estado de desesperación; saqueos y robos a las mismas personas afectadas marcaban lo que era un día negro para el país, mostrando lo duro y terrible que serian los próximos días.
Les digo: “El miedo más grande que uno puede tener, es el no poder hacer nada para evitar una tragedia, el hecho mas oscuro que he vivido acaba de ocurrir, la reconstrucción material y emocional será muy lenta, cruda y triste, pero con una gota de esperanza podremos sobreponernos a esta tragedia”.

martes, 6 de abril de 2010